Motín de la Acordada

El Motín de la Acordada fue un evento crucial en la historia temprana de México, marcando una ruptura significativa en el proceso político tras las elecciones presidenciales de 1828. Este motín, que tuvo lugar en la Ciudad de México el 30 de noviembre de 1828, puso en evidencia las tensiones políticas y sociales que se agudizaron después del triunfo electoral de Manuel Gómez Pedraza sobre Vicente Guerrero. El levantamiento, liderado por figuras como Santiago García y Lorenzo de Zavala, fue un intento por derrocar al gobierno recién instalado y colocar a Guerrero en el poder.

El Motín de la Acordada no solo fue una revuelta militar, sino también un reflejo del descontento popular con las políticas de Gómez Pedraza y la creciente influencia de los grupos opositores. El evento tuvo consecuencias profundas para el futuro político de México, sentando las bases para la consolidación del poder de Guerrero y la configuración del panorama político mexicano durante las décadas siguientes.

Elecciones

Las elecciones presidenciales de 1828 fueron un punto de inflexión en la historia de México. Manuel Gómez Pedraza, candidato del Partido Conservador, obtuvo el triunfo electoral con once votos frente a Vicente Guerrero, quien recibió nueve votos. El resultado fue controvertido y generó una fuerte oposición por parte de los seguidores de Guerrero, quienes consideraban que las elecciones habían sido fraudulentas.

La victoria de Gómez Pedraza se vio empañada por la falta de legitimidad en el proceso electoral, lo que alimentó las tensiones políticas y sociales en el país. La polarización entre los partidos conservador y liberal se intensificó, creando un clima de incertidumbre e inestabilidad política. El descontento popular con Gómez Pedraza se manifestó a través de protestas y manifestaciones, preparando el terreno para futuros levantamientos.

Contexto

Tras las elecciones, la situación política en México se tornó tensa. El gobierno de Gómez Pedraza enfrentó una fuerte oposición por parte de los seguidores de Guerrero, quienes no reconocieron su victoria electoral. En Veracruz, el general Antonio López de Santa Anna, un reconocido líder militar y opositor a Gómez Pedraza, fue suspendido de sus funciones por apoyar a Guerrero.

La situación se agravó cuando el regimiento número 5 de infantería, ubicado en Veracruz, publicó una proclama pública en la que expresaba su apoyo a Guerrero y su rechazo al gobierno de Gómez Pedraza. Este acto de rebeldía marcó un punto de inflexión en la crisis política, demostrando que la oposición a Gómez Pedraza se extendía más allá de los círculos políticos.

Toma de Perote

El 7 de septiembre de 1828, Santa Anna lanzó su pronunciamiento militar conocido como el "Plan de Perote". En este plan, Santa Anna denunciaba las irregularidades en las elecciones y exigía la renuncia de Gómez Pedraza. El general se dirigió a la fortaleza de San Carlos de Perote, ubicada a 70 kilómetros al noreste de la Ciudad de México, con un pequeño ejército de 800 hombres.

Desde Perote, Santa Anna lanzó una campaña militar contra el gobierno de Gómez Pedraza, buscando derrocarlo y colocar a Guerrero en el poder. Su pronunciamiento se extendió rápidamente por el país, generando apoyo entre los sectores opositores al gobierno central. La toma de Perote fue un golpe significativo para el gobierno de Gómez Pedraza, que perdió control sobre una importante región militar.

Toma de Acapulco y persecución

Mientras Santa Anna consolidaba su posición en Perote, otros grupos rebeldes se movilizaron en diferentes regiones del país. El coronel Juan N. Álvarez, junto con el general Isidoro Montes de Oca, tomó la ciudad de Acapulco, un puerto estratégico en el Pacífico mexicano.

Esta acción militar fue crucial para cortar las líneas de comunicación y suministro del gobierno central. El movimiento rebelde se extendió rápidamente por los estados del sur, generando una crisis política sin precedentes. El gobierno de Gómez Pedraza se vio acorralado por la presión militar y social, incapaz de controlar la situación.

Motín de la Acordada

En la Ciudad de México, el descontento con el gobierno de Gómez Pedraza se manifestó a través del motín de la Acordada. El 30 de noviembre de 1828, un grupo de rebeldes liderados por Santiago García y Lorenzo de Zavala tomó control del edificio conocido como La Acordada, ubicado en el centro histórico de la ciudad.

Este edificio era una prisión militar que albergaba gran cantidad de armas y municiones. El motín fue un intento por derrocar al gobierno de Gómez Pedraza y colocar a Guerrero en el poder. El movimiento se extendió rápidamente por la capital, generando caos y confusión.

Resumen

El Motín de la Acordada fue un evento crucial en la historia temprana de México, marcando una ruptura significativa en el proceso político tras las elecciones presidenciales de 1828. Este motín, que tuvo lugar en la Ciudad de México, puso en evidencia las tensiones políticas y sociales que se agudizaron después del triunfo electoral de Manuel Gómez Pedraza sobre Vicente Guerrero. El levantamiento, liderado por figuras como Santiago García y Lorenzo de Zavala, fue un intento por derrocar al gobierno recién instalado y colocar a Guerrero en el poder.