Mariano Abasolo

Mariano Abasolo fue un militar mexicano que jugó un papel importante en la lucha por la independencia de México durante el siglo XIX. Aunque su participación en las batallas fue menos prominente que la de otros líderes como Miguel Hidalgo y José María Morelos, su apoyo financiero y estratégico a la causa insurgente fue crucial para el desarrollo del movimiento independentista. Su vida y obra nos ofrecen una ventana al contexto histórico complejo de la lucha por la libertad en México, mostrando cómo individuos de diferentes orígenes y roles contribuyeron a este proceso histórico trascendental.

Abasolo nació en Dolores, San Miguel de Allende, Guanajuato, en 1783. Desde su juventud se involucró en las conspiraciones que buscaban derrocar al gobierno español y lograr la independencia de México. Su posición económica le permitió financiar el movimiento insurgente, y su lealtad a la causa lo llevó a participar activamente en los combates y a sufrir prisión y exilio.

Su participación en la conspiración

Abasolo se involucró en las conspiraciones independentistas desde temprana edad. En 1809, participó en una conspiración en Valladolid (actual Morelia), junto a otros militares de alto rango como José María García Obeso y José Mariano de Michelena. Esta conspiración fue descubierta por el gobierno virreinal, pero Abasolo logró escapar de la prisión gracias a la intervención de Ignacio Allende, quien lo invitó a unirse a su red conspirativa en Querétaro.

En Querétaro, Abasolo se unió a otros líderes como Juan Aldama y Joaquín Arias. Sin embargo, la traición de Arias llevó al descubrimiento de la conspiración, y los líderes fueron arrestados. A pesar de esto, Abasolo logró escapar junto con Allende y otros insurgentes.

Apoyo económico y participación en el ejército insurgente

Abasolo fue un importante benefactor del movimiento insurgente. Su posición económica le permitió aportar una considerable suma de dinero a la causa, cuarenta mil pesos oro, que se utilizaron para financiar las operaciones militares y la logística del ejército insurgente. Además de su apoyo financiero, Abasolo participó activamente en los combates durante la Guerra de Independencia.

Cuando Miguel Hidalgo inició la guerra el 15 de septiembre de 1810, Abasolo se unió a las fuerzas insurgentes y ayudó a distribuir armas y municiones entre los soldados. Durante la campaña militar, Abasolo fue nombrado capitán del ejército insurgente y participó en importantes batallas como la toma de Celaya y Guanajuato.

La Batalla de Puente de Calderón y el exilio

La participación de Abasolo en la batalla de Puente de Calderón, donde las fuerzas insurgentes fueron derrotadas por el ejército realista al mando del general Félix María Calleja, marcó un punto crucial en su historia. Tras la derrota, Hidalgo se vio obligado a huir hacia el norte del país para reorganizar sus fuerzas y buscar apoyo internacional. Abasolo fue capturado junto con otros líderes insurgentes en Acatita de Baján, Coahuila, en 1811.

A diferencia de otros líderes que fueron fusilados por los realistas, la vida de Abasolo se salvó gracias a la intervención de su esposa María Manuela Rojas Taboada, quien contaba con conexiones políticas importantes en el Virreinato. Abasolo fue condenado a cadena perpetua y enviado al castillo de Santa Catalina en Cádiz, España, donde permaneció hasta su muerte por tuberculosis pulmonar el 14 de abril de 1816.

Resumen

Mariano Abasolo fue un personaje clave en la lucha por la independencia de México. Su apoyo financiero y estratégico a la causa insurgente fue fundamental para el desarrollo del movimiento. Aunque no tuvo una participación militar tan destacada como otros líderes, su contribución al proceso independentista fue significativa. La historia de Abasolo nos recuerda que la lucha por la libertad requiere de diferentes tipos de compromiso y sacrificio, y que figuras como él, aunque menos conocidas, jugaron un papel crucial en la construcción de un nuevo país.