Aarón Sáenz

Aarón Sáenz Garza fue un prominente político, militar y empresario mexicano que desempeñó un papel significativo en la historia del país durante el siglo XX. Su carrera estuvo marcada por su participación activa en la Revolución Mexicana, su desempeño en diversos cargos públicos como gobernador de Nuevo León, secretario de Relaciones Exteriores y secretario de Industria, Comercio y Trabajo, así como su influencia en el sector azucarero mexicano. Su vida y obra reflejan las complejidades del México postrevolucionario, un periodo marcado por cambios políticos, económicos y sociales profundos.

Sáenz se destacó por su capacidad para navegar los complejos escenarios políticos de la época, aliándose con figuras influyentes como Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles. Su visión empresarial lo llevó a construir un imperio azucarero que dominó el mercado mexicano durante décadas, convirtiéndolo en una figura controvertida pero relevante en la historia económica del país.

Primeros años y participación en la Revolución Mexicana

Aarón Sáenz Garza nació en Monterrey, Nuevo León, el 1 de junio de 1891. Realizó sus estudios en instituciones como el Colegio Civil, el Ateneo Fuente de Saltillo y la Universidad Nacional de México, donde obtuvo el título de abogado. Desde su juventud, se involucró en la vida política del país, uniéndose a las filas revolucionarias durante la Revolución Mexicana.

Su simpatía por la fracción encabezada por Álvaro Obregón lo llevó a desempeñar un papel importante en el movimiento. Al ser nombrado secretario particular y posteriormente jefe de Estado Mayor de Obregón cuando este ocupó el cargo de ministro de Guerra (1916-1917), Sáenz adquirió una valiosa experiencia militar y política que le serviría para su futuro desempeño en cargos públicos.

Funcionario Público y la Gestión del "Maximato"

Tras la Revolución Mexicana, Aarón Sáenz se convirtió en un actor clave en el escenario político mexicano. Fue diputado, embajador de México en Brasil, subsecretario de Relaciones Exteriores con Adolfo de la Huerta y subsecretario encargado del despacho durante el gobierno de Álvaro Obregón.

Su mayor logro como canciller fue su participación en las negociaciones para resolver la Guerra Cristera (1926-1929). Mediado por Dwight Morrow, embajador de los Estados Unidos, Sáenz logró un acuerdo con los líderes religiosos y el gobierno mexicano, poniendo fin a este conflicto.

En 1928, se postuló como candidato presidencial, pero perdió ante Pascual Ortiz Rubio debido a una campaña de desprestigio orquestada por Plutarco Elías Calles, quien buscaba continuar con el llamado "Maximato", un sistema político que le permitía controlar al gobierno mexicano desde las sombras.

El Legado Empresarial y la Dinastía Azucarera

Después de dejar sus cargos públicos en 1935, Sáenz se dedicó a construir un imperio azucarero que dominaría el mercado mexicano durante décadas. Fundó una corporación azucarera que revolucionó la producción de azúcar en el país, convirtiéndose en "el rey mexicano del azúcar".

Su familia continuó su legado empresarial, con sus hijos Aarón Sáenz Couret y Aarón Sáenz Hirschfield a la cabeza de la compañía azucarera. Sin embargo, este monopolio fue echado abajo durante el gobierno del presidente Adolfo Ruiz Cortines en 1953.

Resumen

Aarón Sáenz Garza fue una figura compleja y controvertida en la historia mexicana. Su participación en la Revolución Mexicana, su desempeño en cargos públicos y su influencia en el sector azucarero lo convierten en un personaje clave para comprender las transformaciones que vivió México durante el siglo XX. Su legado empresarial, aunque cuestionado por algunos, marcó profundamente la industria azucarera del país.

A pesar de las controversias que rodearon su figura, Aarón Sáenz dejó una huella imborrable en la historia mexicana. Su vida y obra reflejan las dinámicas políticas, económicas y sociales de un periodo crucial para el desarrollo del país.