José de Iturrigaray

José Joaquín Vicente de Iturrigaray y Aróstegui de Gaínza y Larrea fue un militar y administrador español que desempeñó un papel significativo en la historia del Virreinato de Nueva España durante el siglo XVIII. Su vida estuvo marcada por su participación en conflictos militares, su ascenso al cargo de virrey y las controversias que rodearon su gestión administrativa.

Nacido en Cádiz en 1742, Iturrigaray ascendió rápidamente en las filas del ejército español, participando en importantes batallas como la invasión de Portugal y el sitio de Gibraltar. Su carrera militar le brindó experiencia y conexiones que lo llevaron a ocupar cargos administrativos de importancia, culminando con su nombramiento como virrey de Nueva España en 1798.

Ascenso al Poder y Gestión Administrativa

El ascenso de Iturrigaray al cargo de virrey se debió en gran medida al apoyo del poderoso Manuel Godoy, Guardia de Corps y secretario del Despacho del Rey Carlos IV. Al llegar a la Ciudad de México, Iturrigaray se caracterizó por aprovechar su posición para enriquecerse. Llegó con un séquito numeroso que trajo artículos exentos de impuestos debido a su cargo, los cuales vendió obteniendo ganancias considerables. A pesar de estas prácticas cuestionables, también logró obtener la simpatía de algunos habitantes de la Ciudad de México al autorizar las corridas de toros en la Plaza del Volador, una actividad popular en la época.

Durante su mandato, Iturrigaray se preocupó por mejorar la infraestructura y el bienestar de la población. En 1805, autorizó a Jacobo de Villaurrutia la publicación del Diario de México, considerado el primer periódico libre en el Virreinato de Nueva España. Además, tomó medidas para reparar las obras de desagüe de la ciudad, lo que ayudó a mitigar los daños causados por una inundación en ese mismo año.

Conflictos y Caída

La invasión napoleónica a España en 1808 marcó un punto de inflexión en el gobierno de Iturrigaray. Con la abdicación del rey Carlos IV, se produjo un clima de incertidumbre y agitación política en todo el imperio español. Iturrigaray convocó a una Junta para que decidiera las acciones a tomar ante la situación, pero sus movimientos fueron interpretados por los realistas como una ambición personal hacia la coronación en Nueva España.

Los realistas, temerosos de un cambio de poder, decidieron apresar a Iturrigaray el 16 de septiembre de 1808. Fue enviado a España para ser juzgado, donde inicialmente fue declarado inocente en 1810. Sin embargo, tras su muerte en 1815, se dictó una sentencia póstuma que lo condenaba por desfalcos y le imponía una multa considerable. A pesar de la condena, se le absolvió "de la poca circunspección que guardó en las riñas de gallos, en los toros y de su afición a la pesca".

Resumen

José Joaquín Vicente de Iturrigaray fue un personaje complejo cuya vida estuvo marcada por el ascenso y la caída. Su carrera militar le brindó experiencia y conexiones que lo llevaron al poder como virrey de Nueva España. Si bien implementó algunas medidas positivas durante su mandato, también se caracterizó por prácticas corruptas y ambiciones personales que finalmente lo llevaron a su arresto y condena póstuma. La historia de Iturrigaray nos recuerda la fragilidad del poder y las consecuencias que pueden derivarse de la búsqueda desenfrenada del mismo.

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