Jesús Degollado Guízar

Jesús Degollado Guízar fue un general cristero que jugó un papel fundamental en la lucha armada contra las políticas anticlericales del gobierno mexicano durante la década de 1920. Su vida y trayectoria militar se caracterizaron por su profunda fe católica, su compromiso con la defensa de los derechos religiosos y su valentía en el campo de batalla.
Nacido a finales del siglo XIX en Cotija de la Paz, Michoacán, Degollado Guízar creció en un ambiente profundamente religioso que influyó en sus convicciones y acciones. Su participación en la Guerra Cristera lo convirtió en una figura emblemática para los católicos mexicanos que se oponían al gobierno secularista del momento.
Juventud
Desde su natal Cotija de la Paz, muy joven Jesús Degollado y su familia se trasladaron a Sahuayo por cuestiones de trabajo. Sus padres, Santos Degollado Carranza y Maura Guízar Valencia, eran personas profundamente religiosas que inculcaron en sus hijos valores católicos. Degollado Guízar recibió una educación sólida basada en la fe y la tradición.
A principios del siglo XX, se trasladó a Atotonilco el Alto, Jalisco, donde se involucró activamente en organizaciones católicas como la Asociación Católica de la Juventud Mexicana (ACJM) y la Unión de Católicos Mexicanos. Estas asociaciones le permitieron fortalecer su compromiso con la Iglesia y conocer a otros jóvenes que compartían sus ideales.
Guerra Cristera
En 1926, ante los conflictos surgidos en la presidencia de Plutarco Elías Calles, Degollado Guízar decidió incorporarse al Ejército libertador cristero. Las políticas anticlericales del gobierno mexicano, que buscaban limitar el poder de la Iglesia Católica, generaron una fuerte oposición por parte de los católicos mexicanos.
La Liga Nacional para la Defensa Religiosa nombró a Degollado Guízar General de División y Jefe de Operaciones en la Región de Occidente, que comprendía el occidente de Michoacán, sur de Jalisco y Nayarit. Su liderazgo militar fue crucial para la organización y coordinación de las fuerzas cristeras en esta región.
Degollado Guízar jugó un papel fundamental en los "Convenios con el Gobierno", que pusieron las bases para el licenciamiento del Ejército Cristero como una Guardia Nacional en julio de 1929. El arzobispo de Morelia, monseñor Leopoldo Ruiz y Flores, y el presidente Emilio Portes Gil firmaron el convenio de paz el 21 de junio de 1929.
Últimos años
A pesar del acuerdo firmado, algunos puntos no fueron respetados, como el cese de la persecución a los militares cristeros. El asesinato de oficiales continuó en secreto, con una mayor cantidad de bajas que durante los tres años de lucha de la Guerra Cristera.
Para evitar ser asesinado, Degollado Guízar decidió vivir el resto de su vida en la clandestinidad hasta 1957, cuando murió por edad. Su legado como líder militar y defensor de la fe católica se mantiene vivo en la memoria de los mexicanos que recuerdan su valentía y sacrificio durante la Guerra Cristera.
Resumen
Jesús Degollado Guízar fue un personaje clave en la historia de México, cuya vida estuvo marcada por su compromiso con la Iglesia Católica y su lucha contra las políticas anticlericales del gobierno mexicano. Su participación en la Guerra Cristera lo convirtió en una figura emblemática para los católicos mexicanos que se oponían al secularismo estatal.
Aunque el conflicto terminó con un acuerdo de paz, Degollado Guízar continuó enfrentando persecución y tuvo que vivir en la clandestinidad hasta su muerte. Su legado como líder militar y defensor de la fe católica sigue inspirando a muchos mexicanos que valoran la libertad religiosa y la resistencia frente a la opresión.
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