Eduardo Hay

Eduardo Hay fue un destacado militar, político y diplomático mexicano que jugó un papel significativo durante la Revolución Mexicana y en los primeros años del siglo XX. Su carrera estuvo marcada por su participación activa en diversos conflictos, su servicio en cargos gubernamentales de gran importancia y su compromiso con la política exterior mexicana.

Nacido en Ciudad de México en 1877, Hay se formó como ingeniero en la Universidad de Notre Dame y rápidamente se involucró en la vida política del país. Su lealtad a Francisco I. Madero lo llevó a ocupar cargos importantes durante la Revolución, incluyendo el de jefe del estado mayor del general Madero. Su trayectoria posterior estuvo marcada por su participación en la Convención de Aguascalientes, su servicio como secretario de Guerra y Marina y su labor como diplomático en diversos países.

Biografía

Eduardo Hay nació en Ciudad de México el 29 de enero de 1877, hijo de Guillermo Hay y Josefina Fortuño. Fue bautizado en la Iglesia de San Cosme y San Damián el 8 de febrero del mismo año. Se graduó como ingeniero en la Universidad de Notre Dame en 1900.

Fue socio fundador del Partido Antirreeleccionista en 1909, demostrando su interés temprano en la política mexicana. Su participación en la Revolución Mexicana comenzó con su apoyo a Francisco I. Madero, llegando a ser jefe del estado mayor del general durante su primera campaña. En la Batalla de Casas Grandes, defendió a Madero y resultó herido, perdiendo un ojo derecho como consecuencia del combate. Fue capturado por las fuerzas enemigas y quedó prisionero hasta que se firmó el tratado de paz.

Tras la firma del tratado, Hay se unió al grupo maderista en Ciudad Juárez. Su lealtad a Madero lo llevó a ocupar cargos importantes durante la Revolución. En agosto de 1911, fue aceptado por Emiliano Zapata como gobernador provisional del estado de Morelos, según los acuerdos entre Zapata y Madero en Cuautla. Sin embargo, estos acuerdos no fueron respetados por el General Victoriano Huerta y el gobierno interino del Presidente de la Barra, por lo que Eduardo Hay no llegó a ser instalado como gobernador.

Revolución Mexicana

En 1913, fue ascendido al rango de General de Brigada. Asistió a la Convención de Aguascalientes, donde se convirtió en uno de los principales protagonistas. Junto con el General Antonio I. Villarreal, fueron considerados los aspirantes más fuertes para ser elegidos Presidente Interno por la convención. Sin embargo, ambos fueron declarados inaceptables por los zapatistas.

Ante esta situación, Hay formó una delegación junto a los Generales Álvaro Obregón, Antonio I. Villarreal y Eugenio Aguirre Benavides, con el objetivo de entregar en mano propia a Venustiano Carranza el acuerdo que proponía su cese como Primer Jefe del Ejército Constitucionalista y Encargado del Poder Ejecutivo. Carranza se negó a aceptar el cese y solo el General Aguirre Benavides decidió regresar a la convención, mientras que el resto apoyó a Carranza en su lucha contra la convención.

A pesar de esta experiencia, Hay continuó desempeñando un papel importante en la Revolución Mexicana. Fue diputado federal durante las XXVI (1912-1914) y XXVII (1917-1918) Legislaturas del Congreso de la Unión. Su participación activa en los eventos políticos de la época lo convirtió en una figura clave en la transformación del país.

Años Posteriores

Tras la Revolución, Eduardo Hay se dedicó a su carrera diplomática y política. Fue nombrado Secretario de Relaciones Exteriores durante el gobierno de Lázaro Cárdenas (1935-1940). En este cargo, apoyó al gobierno republicano español durante la Guerra Civil Española y facilitó la venta de armas a España.

Cuando el gobierno republicano fue derrotado, México brindó asilo a los perseguidos por el régimen franquista. El 29 de marzo de 1937, 807 personas que se encontraban asiladas en la Embajada de México en Madrid salieron del país bajo protección mexicana. En junio del mismo año, México recibió a cerca de 500 niños huérfanos españoles.

Su labor diplomática también lo llevó a ocupar diversos cargos en diferentes países. Fue embajador en Guatemala (1929), director general de Aduanas (1932-1933) y cónsul general de México en París (1934). Además, desempeñó otros cargos importantes como inspector general de la Policía durante la presidencia de Madero, visitador general de Consulados de Europa (1911), secretario de Guerra y Marina (1914) en el gobierno de Venustiano Carranza, agente confidencial ante los gobiernos de Brasil, Perú, Colombia, Chile, Ecuador, Argentina y Venezuela (1914), subsecretario de Agricultura y Fomento (1916), enviado extraordinario y ministro plenipotenciario en Italia (1918-1923) y en el Japón (1924-1925).

Eduardo Hay también fue director general de la Beneficencia Pública del Distrito Federal (1929) y subsecretario de Comunicaciones y Obras Públicas (1927).

Resumen

La vida de Eduardo Hay estuvo marcada por su compromiso con México. Su participación en la Revolución Mexicana, su labor diplomática y sus cargos gubernamentales lo convirtieron en una figura importante del siglo XX mexicano. Su legado se extiende a través de su familia, incluyendo a su hijo, el doctor Eduardo Hay Sais, médico especialista en Ginecología, famoso esgrimista y miembro del Comité Olímpico Mexicano.

Eduardo Hay fue un hombre que dedicó su vida al servicio público y a la construcción de un México más fuerte y próspero. Su historia nos recuerda la importancia de la participación ciudadana, el compromiso con los ideales democráticos y la búsqueda constante del bienestar común.

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